Que te priven de decirle ‘te quiero’ también es castigo.
Te quieren libre dentro de sus márgenes.
Te quieren como eres, pero ya no es como eras.
Yo te vi volar y abatieron tus alas, por ir al compás de
sus pisadas.
Te vi gritar y quedaste mudo, por seguir sintiendo su voz.
Yo en el banquillo, lesionada y sin oportunidad.
Desde la barrera todo duele un poco más, por no poder
avanzar, ni regresar.
Dentro del reloj parece más fugaz, pero no paro de contar, la cuenta atrás.
Contención, desilusión, privación.
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