lunes, 29 de febrero de 2016

Energía

Hay puertas que se cierran y otras que cerramos.

Ando dando portazos a cal y canto,
y me encuentro mucho mejor.

Había que dejar atrás el pasado,
ese es su sitio.

Siempre quedan espinas
que nos hacen echar la vista atrás
pero se debe poner punto y final
a los suspensivos.

Aparece la persona perfecta
para olvidar a la inadecuada.
Se quedan atrás aquellos individuos
que solo te hacían mal.
Sales de la zona de confort
se abre tu mente.

Yo era la que decía que la gente no cambiaba,
ahora digo: menos mal que la gente cambia.

lunes, 22 de febrero de 2016

Entre interiores

Gastamos fuerzas en causas perdidas,
en personas que no merecen la pena.

A veces todo se vuelve contradictorio,
si lo hacemos, malo,
si no, peor,
entonces ¿como actuamos?.
Vivimos arrepentidos.

Funcionamos por impulsos, somos viscerales, no lo podemos evitar.

Con suerte acabamos dándonos cuenta de que no,
que hemos tocado ya fondo,
que ya ha sido suficiente.

Hay gente que no cree en nosotros, pero ¿y qué?
¿quiénes son para decidir y sentir por nosotros?
Que sabrán ellos...

Es inevitable que nos acaben afectando las terceras personas,
pero nunca nos hemos paralizado ante ellas.

Hay demasiada gente movida por hilos cual títeres,
pero yo no vivo atada, ni manejada.
Una vez más: ya ha sido suficiente

ODIO+ODIO

Cada uno se va posicionando por sus méritos -o por su morro- en un lugar determinado.

Con el paso del tiempo se va definiendo tu persona.

Aparecen las metas, las barreras o los auto-límites...

Se van las personas (o las dejas a conciencia atrás).

No se merecen estar en tu presente -ni en tu futuro-,
quizás nunca debieron estar, ni si quiera, en tu vida.

Te puedes esforzar en alcanzar algo,
pero no puedes dejar a tu dignidad por el suelo arrastrándose.

Hace falta toparse con el muro para abrir los ojos,
y hoy los tienes bien abiertos.

Se pierde la esperanza en las personas sin maldad, porque, desgraciadamente, hay demasiada.

No podemos tener buenas intenciones y pretender que nos correspondan de la misma manera.

Se pierde la esperanza en los buenos actos, aunque, de alguna u otra forma seguimos intentando creer que siguen dándose.

El odio con más odio no se cura, se multiplica.

Nos negamos a gastar nuestra energía en gente odiosa y cruel,
preferimos distribuirla proporcionalmente entre la gente que realmente merece la pena mantener cerca.

Imagino que corre el tiempo y avanzan los años, y me gustaría saber cómo sera mi vida,
y la vuestra, a ver cómo continúa vuestra jugada.

lunes, 15 de febrero de 2016

De una patada rompo el sol, de fondo

Me están comiendo
en mi habitación
las hormigas.

Estoy convirtiendo mi escritorio
en un campo de concentración.

En el silencio invento sonidos,
los muebles crujen,
el viento da portazos,
ahora si que si, estoy atrapada.

No salgo de estas cuatro paredes
desde hace unos días.

Invierno, febrero, las semanas corren como liebres.

Ayer era fin de año,
espero que mañana no sea año nuevo,
otra vez.

Faltan alicientes, metas, objetivos.
Faltan abrazos, compañía.
Sobran historias inventadas en mi cabeza,
que de sueños han tornado pesadillas.

Como dijo aquel autor:
En ocasiones tenemos que abandonar la vida que habíamos planeado
porque ya no somos la misma persona que hizo aquellos planes.

Costumbres

Hay costumbres que hay que mantenerlas
otras que se deben erradicar
y, algunas, que mantenemos aún sabiendo que nos atraviesan.

Yo llamo a mi maldita costumbre 'la preciosa y dolorosa manera de asesinarme',
y ya sabéis, de las tres anteriores, en cual se enmarcaría.

No es cuestión de lastimarme,
es la forma de mantenerte cerca,
aún estando bien lejos.

Llevo buscando:
la frase
la pregunta
la palabra
para conseguirlo, pero no la encuentro.
O quizás, es que ni si quiera existe,
y yo aquí, dándole vueltas,
dedicando mi tiempo,
en algo que no da frutos
Pero me alivia.

Reflexiones de domingos un lunes

Siempre decías que cuando querías a alguien dejabas de hablarle,
que eras un poco cobarde.

No sé como puedo interpretar este silencio que llevas manteniendo desde hace años.

jueves, 11 de febrero de 2016

Oxigéname

De pequeños todos nos rascamos las costras,
no aprendemos que hay que dejar sanar la herida,
con saliva y con tiempo se curan,
sino, solo se vuelven a abrir.

Y aquí estoy esperando que dejes de arrancarmela,
que no hay manera de vivir.

Que las heridas hay que dejarlas al aire libre,
que las tiritas solo ocultan,
y así se resume esta historia.

Heridas, uñas arrancándolas, tiritas que no tapan,
se caen, se vuelven a poner, y así seguimos.

3ª planta

Imposible es que no rondes por mi mente.

Nunca esperé que todo se quedara en un silencio -eterno-
te hicieron un lavado de cabeza
te hicieron de la boca un cerrojo
te encerraron el corazón entre rejas.
Cualquier pájaro hubiera agonizado ahí dentro,
un zulo sin orificios, ni para respirar.

Te estás ahogando
me estás matando.

Ojalá en unos años eches la vista atrás
y vuelvas sobre tus huellas para, al menos, (dejarme) vivir en paz. 
Un amor conocerte placer de mi vida.