Cada vez que sueño contigo
me suena el despertador
y me quiero quedar ahí un ratito más
pero no puedo volver,
tengo que despertar.
Y cuando espabilo tú sigues en mi mente,
sin estar.
Ya solo me queda una caja de cartón
donde te puedo guardar.
Cuando te necesito la abro y me echo a llorar.
Cuando la cierro vuelvo a empezar
pero hay huecos sin llenar,
heridas sin cicatrizar.
Mentiría si dijera que no miro el buzón a diario
esperando algo que no va a llegar.
Mentiría si dijera que no subo para pensarte
al lugar donde empezó todo.
Luego vuelvo a la realidad.
Ayer Pepa rompió la pelota que encontró aquella noche
y pensé si eso era el final.
Hoy estoy un poco rota
¿es esto el final?
La pelota sigue arriba y yo aquí,
no puedo contestar a esa pregunta
pero todo tiene que ver:
Despertar, volver, realidad, final.