martes, 20 de septiembre de 2016

'Derretiste con tus miradas la casa de un esquimal'

Vino el calor
se nubló mi mente.
Salió volando
cual preso tras cumplir condena.

Agitaba sus alas
-con todas sus fuerzas-.

Decidió no mirar el mapa
creía que ya conocía el camino,
para volverse a cruzar
-por donde no debía-.

La imaginación
-como siempre-
haciendo de las suyas,
para acabar
-donde siempre-
en la Avenida de Cepción.

Ella no quería ser
-sino estar-.

Pero
como siempre
y
donde siempre
vino el frío.

Sus alas desistieron
ante tal vendaval.

Abortó la misión
ante tal aterrizaje forzoso.