lunes, 29 de febrero de 2016

Energía

Hay puertas que se cierran y otras que cerramos.

Ando dando portazos a cal y canto,
y me encuentro mucho mejor.

Había que dejar atrás el pasado,
ese es su sitio.

Siempre quedan espinas
que nos hacen echar la vista atrás
pero se debe poner punto y final
a los suspensivos.

Aparece la persona perfecta
para olvidar a la inadecuada.
Se quedan atrás aquellos individuos
que solo te hacían mal.
Sales de la zona de confort
se abre tu mente.

Yo era la que decía que la gente no cambiaba,
ahora digo: menos mal que la gente cambia.

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